25 mar 2007
Tortugas
Por
Paula Carri
Flickr
"Dos tortugas iban muy sedientas arrastrándose por el desierto. Al cabo de un tiempo descubrieron una botella grande de coca-cola (debían de ser norteamericanas). Saltaron de alegría, pero enseguida se dieron cuenta de que no tenían un abridor. Lo intentaron con todas sus fuerzas, pero no había manera de abrir la botella, así que decidieron que una volvería al pueblo y la otra vigilaría la botella. Pasó mucho tiempo -cinco horas, diez horas, un día, dos días, cinco días, siete días-. Entonces la tortuga que vigilaba volvió a intentar abrir la botella. Inmediatamente la otra tortuga salió corriendo de entre las dunas cercanas gritando: 'si empiezas así, nunca me iré'."
"La confianza es sencilla.
Por ejemplo, respiras. Tomas una respiración hacia dentro; después exhalas, sueltas el aire. ¿Tienes miedo de soltar el aire porque, quién sabe, tal vez no vuelva? Confías. Confías que volverá. Desde luego que no hay motivo para confiar, ¿por qué razón? ¿Por qué debería volver el aire? A lo sumo puedes decir que en el pasado siempre ha sucedido así -pero eso no es una garantía-. Puede que no ocurra en el futuro. Si tienes miedo de soltar el aire porque puede que no vuelva, entonces contendrás la respiración dentro. En eso consiste la creencia -en colgarse, en aferrarse-. Pero si contienes la respiración, tu cara se pondrá morada y sentirás que te asfixias. Y si sigues haciéndolo, morirás."
Inteligencia. Osho. Editorial Grijalbo.