6 nov 2007

Somos todos Stars



El egosurfing es un "deporte" que no reduce flaccidez ni engrosa los músculos. Pero ensancha el ego. Consiste -por si usted acaba de caer del túnel del tiempo- en la búsqueda del propio nombre en la web. Si dejó un comentario en un blog, si participó en un debate, si escribió un artículo, película o lo que sea que haga realizado en un ambiente público -y al respecto debo decir que el límite de "público" cada vez invade más el de "privado"- se reflejará en cualquier buscador donde escriba su propio nombre. La tendencia viene creciendo en América Latina. Ya es un clásico correr al ordenador luego de una reunión, de cualquier tipo, para buscar en el Google -que tien un buscador incorporado en infinidad de blogs, como también en el mío) o en el Yahoo a sus participantes. Ser y parecer pueden confundirse en una primera mirada y, muchas veces un número abultado de resultados sólo indica que, por ejemplo, el susodicho/a ha estado recorriendo foros a troche y moche.
De todas maneras la propia búsqueda en la web -y la de los compañeros de trabajo, el jefe o la amiga compañera de piso- da algunas veces la sensación de ser alguien, de una suerte de legalización de la propia persona. Y es un masaje más que efectivo para los que andan con la autoestima en baja. No por nada se le llama también Vanity Search.
Como en todo documento que se precie, es más que importante leer la letra chica. O sea, además del sitio en donde aparece el sujeto y qué decía o hacía (se supone que los buscadores lanzan los resultados con prioridades según su importancia, o no?), observar si fue en el contexto de un artículo de opinión de un matutino o en un club de intercambio de Magic Cards (con todo el respeto que me merecen éstos últimos). Y aunque estemos en la era de la vida líquida y todos esos conceptos que Bauman nos explicó tan bien, opino que sólo los que tienen un sustento en su creación perdurarán. Así que si quieres rankear en el Google con tu propio nombre, for ever, intenta acciones que resulten interesantes de ser compartidas. Que la red está llena de gente. Pero no creo que tantos coman vidrio.