21 ene 2010

Más Rickys, menos Varsavskys

Actualización: Parece que Martín Varsavsky leyó mi post y me dijo vía Twitter que él no les envió nota a Perfil ni a Infobae (que reprodujeron el post en cuestión), que ellos la levantaron de su blog. Por mi parte, le comenté que: http://twitter.com/paulacarri/status/8034972322 Les cuento esto porque son conversaciones públicas (hasta indexan en Google) y entiendo que contribuyen al post. Dos de los temas que se remarcaron con más asiduidad en esta semana en los blogs y en redes sociales, fueron: el caso de Martín Varsavsky, el empresario argentino que vive en España y el tremendo terremoto de Haití y todas las alternativas vía web para poder ayudar e informar acerca de este desastre. Para quienes no lo sepan, el affaire Varsavsky se inició con un post escrito por él mismo en su blog, donde enumera las razones por las cuales no viene a Buenos AIres. El post, más allá de haber sido problablemente escrito frente al mar en un atardecer de película en José Ignacio, se mete, (para mí gusto) en un juego peligroso de "a ver quién la tiene más grande" pero en cuanto al dolor y a los momentos de terror vividos en Argentina. Los que padecimos la dictadura y somos, de algún modo, sobrevivientes de ella, sabemos de lo que habla Varsavsky cuando cuenta el miedo a los militares y el primo desaparecido. En ese sentido, es probable que mucha gente (y no hablo sólo de quienes militan en organizaciones de Derechos Humanos), hablando mal y pronto, la tengan más larga que Varsavsky. Y por otra parte -y una vez más confirmando el dicho de que no hay mal que por bien no venga- ya que está feliz y poderoso, capaz tan mal no hizo en irse ante la adversidad, no? Un párrafo aparte merecen las declaraciones bloggers que realizó el empresario sobre los sobornos en la aduana argentina. Tengo que decir que a mí también me gustaría que cuente cómo fueron esos pedidos de soborno para sacar las foneras de la aduana. Tal vez no por los mismos motivos de la AFIP, que lo intimó a raíz de sus declaraciones. Pero sí porque, sin por esto pecar de ingenua, creo que a la ciudadanía le haría bien que estas acusaciones no quedaran sólo en ello. El otro tema que movilizó a la blogósfera y a las redes sociales fue la catástrofe de haití. La movilización digital, que gestionó labores presenciales y dinero contante para ayudar al país y sus habitantes, fue enorme. Allí, en medio de la tragedia, una voz que podría haberse quedado callada -porque total ya tiene fama, fortuna y el aprecio de la gente- decidió ir al centro neurálgico del desastre. Son de esos personajes que uno no espera que van a hacer algo tan digno, no porque no estén a la altura de la circunstancia, sino porque no lo demuestran a priori. Ricky Martin fue, con su fama , su necesidad de que Haití salga de esta, y con su fundación. "Debo decir que tengo un arma muy poderosa y es la música. Eso me ha dado la oportunidad de llegar a las masas", dijo. La ayuda la está instrumentando junto con la fundación Habitat for Humanity. Además de su donación personal, recauda fondos a través de mensajes de texto y de colegas que tienen ahora la oportunidad de ayudar al prójimo. La página para ayudar por internet es https://www.habitat.org/cd/giving/donate.aspx?link=233 Para quienes les interese, Ricky Martin tiene presencia en la mini red social Twitter. Allí postea fotos y pensamientos. Lo pueden seguir en http://twitter.com/ricky_martin Twittea en ingles y en español, simultáneamente. Otra diferencia con Varsavsky, la importancia que le dan a los idiomas en la comunicación. Por último, quiero destacar que Ricky Martin, como la mayoría saben, es nativo de América Central, y fue criado relativamente cerca de la zona de la tragedia, en Puerto Rico. Pero a Ricky no se le ocurrió criticar a Haití, nunca y menos decir que, en cambio, adoraba a los dominicanos porque ellos habían escapado de un destino trágico. Y seguro, no hubiera el escrito el post que escribió Varsavsky desde Uruguay. En vez de dividir, prefiere actuar para modificar esos destinos. Yo lamento, y no tomo a la ligera, todos los males que padeció Varsavsky en la Argentina. Pero no creo que sea lo correcto criticar a su país y decir que en cambio llega hasta Uruguay, porque allí se está mejor. Yo también adoro Uruguay, pero no es ese el punto. Por eso creo que, en este mundo loco, hacen falta más Ricky s y menos Varsavsky s.