3 ene 2009

Conectividad vs Pobreza

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Leo la columna La Campana, en el diario El País de Uruguay y vuelven a mí muchos interrogantes que anidan en mi mente. La columna se llama Todos Conectados y en ella se cuenta sobre la conocida intención de Uruguay por convertirse en un país de alta conectividad y de producción de software. Van encaminados hacia ello con leyes ad hoc y planes de eduación digital. Pero el autor se pregunta sobre la forma de financiación de estas medidas -tasa universal a las empresas de telecomununicaciones, o con algún gravamen sorpresivo?- Aunque se percibe una animosidad hacia los proyectos oficiales, lo peor viene al final cuando cuenta que, en las cinco cuadras que median entre su domicialio y la redacción del diario, "recibo un promedio de cuatro pedidos de monedaso cigarrillos, veo a tres ciudadanos durmiendo en los portales yme cruzo con al menos dos niños de rostro triste y amenazante". y concluye unos párrafos después: "Qué bueno! Conectividad para todos! Si no da trabajo, ni educa (en el antiguo sentido), por lo menos entretiene."
El argumento de que por ser América Latina una región con altos índices de pobreza (aunque en descenso, en 2008 el índice fue de 33,2% según la Cepal), no debemos ocuparnos aún del tema de nuestra conectividad y penetración de internet en la población es un despropósito que sólo nos sumerge más una postura que no mejora ni una cosa ni la otra. Bajar los índices de pobreza sí, aumentar la cantidad de población alfabetizada, también. Pero eso no excluye en lo más mínimo la necesidad primordial de tener una población que sepa, entienda y aplique los usos y beneficios de la web en sus vidas. En América Latina, donde el índice de conexiones crece a un promedio del 32% en los últimos años, por qué no podríamos, como existió en Estados Unidos -me pregunto- tener un plan con casillas de correo para gente sin hogar? Siempre recuerdo un testimonio que leí al respecto de alguien que contaba que por primera vez tuvo un lugar para sí mismo (aunque fuera virtual) donde pudieran ubicarlo y tener relación, poder ofrecer su trabajo o anotarse en algún plan de empleo. Por qué no fomentar los planes de telecentros comunitarios de acceso para promoción de la conectividad de su población? Por qué no un plan oficial para tomar en serio el tema de saber cuánto puede -o no, porque no faltan opiniones a favor y en contra- contribuir la conectividad en la región a disminuir la pobreza? La obligación primera de los gobiernos latinoamericanos es no hacerle creer a sus ciudadanos que son primer mundo cuando les conviene y son subdesarrollados para cuando llega la hora de los beneficios que la tan criticada globalización puede otorgar. Tenemos por aquí brechas económicas, de género, educativas...realmente no necesitamos profundizar, también, la brecha digital.