6 abr 2013

Tiene chaleco



Como muchos, sobre todo en nuestro país, vi el diálogo entre el periodista Juan Miceli y el diputado Andrés "Cuervo" Larroque, desarrollado en el marco de la ayuda a los inundados en La Plata y transmitida por la TV Pública.
A pesar de que me parece una anécdota que, aunque pretendan inflarla, tiene el tamaño de una bombita de agua y no de un globo de piñata, quedan algunas observaciones que hacer en cuanto a dos preguntas básicas del periodismo: cómo y por qué.

Sobre el "cómo" del periodista: Sí, como bien señaló, había personas de la agrupación La Cámpora colaborando con los inundados. Bienvenidos sean. Pero al periodista le molestaron los chalecos. ¿Cuál es el problema de que tuvieran chalecos identificatorios? realmente no lo entiendo. Así hubieran sido la única agrupación con chalecos, no me hubiera parecido mal. El chaleco distingue. ¿Qué distingue? que esa persona está colaborando, que tiene un cierto entrenamiento en la tarea que está desarrollando y que además está identificado. Que además ha caminado ese barrio u otro y que tiene cierto conocimiento empírico sobre esa ayuda.

Como ustedes saben, en las redes sociales se dice de todo y de todos. Ayer leía que algunos usuarios decían que "La Cámpora" había corrido a las personas que ayudaban y que se habían "metido" ellos. ¿Cuál es el problema de que le digan a algunos vecinos (por otra parte, agotados, desesperados, que vayan a descansar y los dejen hacer? Pueden ayudar, es su deber también, dado el compromiso social que tienen las organizaciones políticas. Quejarse de ello implicaría que nosotros mismos, los ciudadanos, estaríamos prefiriendo esa modalidad harto conocida de movimientos políticos que llegan sólo para las elecciones.
Y hay otro punto: creo que cuestionar lo de los chalecos, cuando había muchas personas con ellos puestos, es invisibilizar a esas personas, porque es expresar que esas personas lo hicieron a disgusto. Es faltarle el respeto a esa gente. Es creer que no tienen poder de decidir ni sobre esa acción, que alguien les dijo: "te ponés el chaleco" y lo hicieron a disgusto. Que no están orgullosos de la tarea que desarrollan y de la postura social que conlleva y con la cual se identifican. Supongamos que, en la peor de las elucubraciones, hubiera algunas personas allí que hubiesen sido "obligadas" de algún modo a usarlos, igualmente yo no les falto el respeto. No digo, "ahh por qué le ponés chaleco", como si esa persona fuera un robot. Entonces en vez, yo asumo que tiene chaleco porque quiere y corresponde.

Sobre el por qué: en este sentido, ante la tragedia desatada, creo que la pregunta de Miceli -y aquí hay que desdoblar el razonamiento en dos- no fue ubicada porque:
a) si la hizo de buena fe, creyendo en lo atinado de la misma (cosa que me sorprendería, es un periodista con mucha experiencia). Digo, si es así, aunque no fuera su intención, fue oportunista plantear la pregunta en ese contexto. Tiene La Cámpora motivaciones políticas, además de solidarias? entiendo que sí, obvio, si son una organización política, no una ong. ¿Qué tiene de malo?
b) si quiso reflejar, como dicen algunos periodistas, cierto malestar en un sector de trabajadores de prensa y utilizó el diálogo con el diputado para ello, la actitud fue vil.

Sobre la sociedad en general: realmente creo que, al menos en Buenos Aires, a algunos sectores les falta bastante para entender el dolor social de una forma madura. Y menos si encima colaboran mirando si tienen o no chalecos los que ayudan. Creo, desde el profundo amor que le tengo a mi Patria, que a veces tenemos que ser menos meticulosos, sobre todo si esa energía en lo no importante nos hace ser menos perfectibles en las cosas que realmente importan.Nos falta equilibrio en ese sentido.
A veces es momento de canalizar las críticas de la sociedad -si las hay y no fueron inventadas por la opinión pública- en donde corresponde. Hay una historia que a mí me gusta mucho y se llama Gallo de Pelea. Dice básicamente que alguien está maduro (para todo) incluso para una pelea, cuando no se inmuta ante la primer provocación. Creo que muchas veces algunos ciudadanos "saltamos" muy fácil en los detalles, pero después no sabemos ver el conjunto en general.